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 A apenas 58 km de la Capital, en la zona occidental de la Comunidad de Madrid, aflora el término municipal de Zarzalejo entre castañares, arroyos, pinares, prados y montañas hechas de grandes berrocales, evocadores de leyendas y testigos de tiempos ancestrales, desde los que la mano del hombre deja impresa su huella en nuestro patrimonio, de gran valor artístico, histórico y paisajístico en torno a los 20,6 Km² que conforman el municipio.

Nuestro escudo se representa en bandera blanca; de un lado una zarza y las Machotas, y del otro, el Acueducto de Segovia sobre diez peñascos de plata y, al timbre, una Corona Real cerrada.

Los asentamientos humanos más antiguos se remontan a la Edad de Bronce, de la que datan restos cerámicos decorados provenientes de la Machota Alta y de las canteras, las cuales han sido explotadas hasta el siglo XX y de las que se extrajo la piedra para la construcción del Monasterio de San Lorenzo de el Escorial, aportando también la mano de obra de los maestros canteros. La primera noticia histórica que se tiene del pueblo es del siglo XII, cuando Zarzalejo fue repoblado por caballeros provenientes de Segovia, e incorporado al sexmo de Casarrubios del Monte, perteneciente a la Comunidad y Tierra de Segovia. El nombre de Zarzalejo aparece como tal por primera vez en el Libro de Montería, de Alfonso XI, en el siglo XIV.

Lugares de interés

Lagunas de Castrejón

Está formado por un grupo de lagunas naturales de gran valor natural, protegidas legalmente por la Comunidad, incluidas en el Catálogo de Embalses y Humedales de la Comunidad de Madrid y en el Inventario Nacional de Zonas Húmedas. Las encontramos a los pies de las emblemáticas elevaciones graníticas de las Machotas, a unos 800 metros al este del núcleo urbano. Son espacios naturales de gran valor debido a su singularidad y variedad de flora y fauna además de tener gran relevancia paisajística. Están ubicadas en uno de los descansaderos de la Colada de la Encrucijada, por lo que este bello paraje sirvió de apeadero y abrevadero a los rebaños que trashumaban por la cercana Cañada Real Leonesa. Su cercanía al pueblo de Zarzalejo las hace aparecer en este compendio. Se trata de un lugar de gran fragilidad ecológica. Los hábitats de este entorno son los humedales permanentes, las fresnedas, las dehesas de encinas y el matorral mediterráneo.

Miradores

El Mirador de Guijo

Fue construido en la década de los noventa del siglo XX. Recibe el nombre de la calle en la que se encuentra. Se trata de plaza abalconada y uno de los rincones más característicos de nuestro pueblo gracias a las vistas, -de esas que ponen a prueba la función panorámica de tu cámara-, a buena parte de la Sierra Oeste madrileña y, en el horizonte, la Capital, Lo más característico de este mirador es la existencia de una antigua grúa ferroviaria, utilizada para la carga del granito extraído en las canteras de la localidad.

MIRADOR NUEVO

Mirador Nuevo

Este mirador se encuentra en la carretera M-533, habilitado en el año 2003, con elementos de granito, una fuente, bancos y un abrevadero para el ganado. A través de un camino de piedra, enlaza con el paseo del venero y el mirador del guijo. Se puede disfrutar de las extraordinarias vistas de la sierra; las cercanas Machotas, el pie de monte donde se encuentran las zonas de antiguos cultivos y donde se forman abundantes lagunas. Así como intuir pueblos del sur de Madrid e incluso de Toledo.

Dehesa de Navalquejigo

La Dehesa de Navalquejigo es una propiedad histórica cuya transacción se produjo en el año 1.769 al conseguir Zarzalejo el privilegio de Villa. Enclavada en el término municipal de Fresnedillas de la Oliva, posee una extensión de 465 Has. y se divide en dos partes: La Dehesa de Abajo y la de Arriba. Por aquí transcurre la Cañada Real Leonesa y el uso actual es el ganadero. Tiene un enorme valor florístico, sus formaciones vegetales están bien conservadas y adaptadas al uso antrópico, aquí se produce la transición entre el encinar y la dehesa mixta de melojo, quejigo (de donde tiene origen su nombre), fresno y ejemplares centenarios de alcornoques, entre otras especies. La abundante presencia de rapaces protegidas y pequeños mamíferos hace que esté incluida en la ZEPA número 56, denominada "Encinares de los ríos Alberche y Cofio", declarada como tal en 1989 como zona natural de singular relevancia para la conservación de la avifauna amenazada de extinción.

Calzada Romana

Con la conquista de Iberia por los romanos, se trazó de manera sistemática una red de vías de comunicación, que fueron la base de los caminos que hubo en el país hasta la Edad Media. Un buen ejemplo de ello lo encontramos aquí, en la llamada calzada romana de Zarzalejo, que cuenta con algunos tramos muy bien conservados. En otros trechos, la calzada romana ha sobrevenido en camino rural o vía pecuaria, en otras partes del recorrido las piedras que lo formaban han desaparecido. La Calzada de Zarzalejo se encuentra situada en el límite oriental del término que linda con El Escorial, comienza al final del CAMINO DE LA ALBERQUILLA, y está compuesta por una serie de tramos pavimentados que, a lo largo de dos kilómetros aparecen a intervalos regulares. El tramo mejor conservado es el más meridional, con casi 80 metros de longitud; tiene un enlosado irregular formado por grandes lajas de granito muy desgastadas y lisas, con pequeños mojones que señalaban sus bordes laterales. Algunos estudios consideran que esta vía podría desembocar en la importante Vía Antonina, que se extendía entre Titulcia y Segovia. Otros consideran que esta vía secundaria confluía con la Calzada de Cercedilla. No existen datos documentales sobre esta calzada, pues no aparece recogida en el ITINERARIO ANTONINO (una recopilación de las principales vías del Emperador Diocleciano, en el siglo III). Lo más probable es que fuera una vía secundaria, un aliviadero o un atajo que confluía con la Calzada de Cercedilla (correspondiente al tramo Titulcia-Miacum-Segovia), aunque todavía no se ha podido establecer un trazado convincente que relacione los tramos conservados en Santa María de la Alameda, El Escorial, Zarzalejo, Galapagar, Torrejón de Velasco, Esquivias y Aranjuez.

Las Machotas y La Cerca Real

De más de 1.400 m2 de altitud. Su llamativa geomorfología granítica queda reflejada en toda una colección natural de piedras caballeras, algunas tan evocadoras como El Fraile. Tienen un gran valor botánico. Se trata de dos elevaciones montañosas, cuyo valor florístico radica en el escalonamiento de formaciones vegetales: robledales y castañares en la base, enebrales a media ladera y piornales en las partes altas. Destaca su valor paisajístico, dispone de una amplísima cuenca visual. Su uso actual es la ganadería y resulta lugar habitual para actividades de senderismo.
Son dos formaciones graníticas que dan cobijo a Zarzalejo, estando ubicadas entre los Sistemas Montañosos de la Sierra de Guadarrama y Gredos, desde donde se puede disfrutar de unas increíbles vistas desde todos los ángulos. La Machota Alta o Pico del Fraile de 1.461 m. y la Machota Baja de 1.404 m., están catalogadas como espacio natural por la Ley 16/95 Forestal y de Protección de la Naturaleza de la Comunidad de Madrid y descienden sobre una superficie en abrupto de 500 m., discurriendo entre ellas una línea de fractura con una orientación NNE-SSO.
A Las Machotas se puede acceder desde Zarzalejo subiendo por el Camino de Entrecabezas (antiguo camino que une con El Escorial), y son un perfecto paseo para observar una rica flora y fauna, al encontrarse desde zorros a jabalíes, reptiles como el lagarto, y por supuesto, rapaces. Y en cuanto a la vegetación, robles y castaños, algún ejemplar de arce de Montpellier, diversas rosáceas, etc. A medida que se asciende por las dos Machotas destaca la presencia del enebro de la miera (Juniperus oxycedrus) y la jara pringosa (Cistus ladanifer) y ya en su parte alta, matorral de montaña o piornal (Cytisus scoparius).
En la memoria de Las Machotas, que tiempo atrás fueron muy transitadas, hoy se pueden observar sus canteras, y a sus pies, los restos de lo que fue una calzada romana.

La “Machota Alta o Pico del Fraile”, es llamado así por tener en la zona alta una roca de granito que recuerda a la figura de un fraile, que según cuenta la leyenda “…era un cura pecador que subió arriba para orar pero fue tremenda la nevada que le cayó allí, y en posición orante, quedó petrificado”.
Se puede apreciar parte de la “Cerca Real”, el monarca Felipe II mandó construir una gran pared de 55 Km. de longitud aproximadamente, para rodear los dominios del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Más tarde, Carlos IV elevó la altura de la pared y levantó los “saltaderos”, para que la caza pudiese entrar, pero no salir. Parte de esta Cerca, se encuentra en el término de Zarzalejo alrededor de la Machota Alta, donde podemos observar su fortaleza. La Cerca, declarada Conjunto de Interés Cultural, se construyó desde 1.562 hasta 1.595.

En la ladera Oeste de las Machotas se encuentra el pinar repoblado y en la parte baja de la ladera Sur, el castañar.
La “Machota Chica” cuenta en la parte baja de la ladera Sur con otro pequeño pinar repoblado y se pueden observar antiguas canteras de las que se extraía el granito y en sus laderas Este y Oeste, pequeños robledales (Quercus pyrenaica).
Estas colosales formaciones montañosas propician además la existencia de espectaculares miradores y de pequeñas cuevas.
Junto a la roca en forma de Fraile en la Machota Alta y junto al vértice geodésico en la Machota Chica, existe un buzón con un libro donde dejar constancia de nuestra experiencia o nuestros pensamientos.