Calzada Romana

[vc_row][vc_column][vc_custom_heading text=»Calzada Romana» font_container=»tag:h2|font_size:24|text_align:left» google_fonts=»font_family:Montserrat%3Aregular%2C700|font_style:400%20regular%3A400%3Anormal»][vc_column_text]Son uno de los legados más interesantes que podemos encontrar en nuestro pueblo.
El nombre de la fuentes en general hace alusión al nombre del lugar en el que está enclavada o a alguna actividad que se realizaba en sus alrededores, como la poza “Linar”, en referencia a las plantaciones de lino que se podrían encontrar en sus alrededores, fuentes.
Con la conquista de Iberia por los romanos, se trazó de manera sistemática una red de vías de comunicación, que fueron la base de los caminos que hubo en el país hasta la Edad Media. Un buen ejemplo de ello lo encontramos aquí, en la llamada calzada romana de Zarzalejo, que cuenta con algunos tramos muy bien conservados. En otros trechos, la calzada romana ha sobrevenido en camino rural o vía pecuaria, en otras partes del recorrido las piedras que lo formaban han desaparecido.
La Calzada Romana de Zarzalejo se encuentra situada en el límite oriental del término que linda con El Escorial, comienza al final del CAMINO DE LA ALBERQUILLA, y está compuesta por una serie de tramos pavimentados que, a lo largo de dos kilómetros aparecen a intervalos regulares. El tramo mejor conservado es el más meridional, con casi 8 metros de longitud; tiene un enlosado irregular formado por grandes lajas de granito muy desgastadas y lisas, con pequeños mojones que señalaban sus bordes laterales.
Algunos estudios consideran que esta vía romana podría desembocar en la importante Vía Antonina, que se extendía entre Titulcia y Segovia. Otro consideran que esta vía secundaria confluía con la Calzada de Cercedilla. No existen datos documentales sobre esta calzada, pues no aparece recogida en el ITINERARIO ANTONINO (una recopilación de las principales vías del Emperador Diocleciano, en el siglo III).
Lo más probable es que fuera una vía secundaria, un aliviadero o un atajo que confluía con la Calzada de Cercedilla (correspondiente al tramo Titulcia-Miacum-Segovia), aunque todavía no se ha podido establecer un trazado convincente que relacione los tramos conservados en Santa María de la Alameda, El Escorial, Zarzalejo, Galapagar, Torrejón de Velasco, Esquivias y Aranjuez.[/vc_column_text][vc_single_image image=»425″ img_size=»full» alignment=»center»][vc_column_text]Existe otra hipótesis, según GONZALO ARIAS (1987, 371-379), que explica que una segunda vía transcurriría por esta zona en época romana. Se trataría de la “VÍA DEL ESPARTO”, denominada así por el propio Arias, que iría desde Salamanca a la zona del Campus Spartarius de Estrabón (inmediaciones de Cartagena). La ruta discurriría por la actual N-III, y por ello no se conservan restos materiales, aunque sí en el CAMINO DE ZARZALEJO A EL ESCORIAL (VÍA DE LA MACHOTA), en donde existe bastante bien conservada una calzada.El camino cruzaría por las inmediaciones de Arganda. Creemos que fue utilizada en época medieval, confirmado por el paso del Tajo de Fuentidueña, defendido por la fortificación islámica y anteriormente importante enclave romano de la Alarilla.
Aunque la tradición más añeja de El Escorial nos habla de restos de colonización romana, y sirva para apocar esta tesis la existencia de algunos restos de calzada, en el actual camino que une El Escorial con Zarzalejo, y la toponimia del entorno, en ocasiones nos pone en relación con nombres de origen árabe, todo hace pensar que el primitivo origen del área está relacionado con el proceso reconquistador del siglo XI y repoblador del siglo XII, época en la que, por razones fundamentalmente ganaderas, el espacio en que nuestro pueblo se localiza, se vería poblado por una mínima comunidad aldeana, que poco a poco se fijaría en el espacio y término que actualmente ocupa nuestra localidad.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_column][/vc_column]